viernes, 28 de diciembre de 2007

El reverso de la foto de Jimmy

Pero soy un utópico incorregible. Y no puedo evitar seguir manteniendo en mi corazón y en mi horizonte Brighton, al lado del mar.
Y de momento, tal vez voy entre los glentlemen, pero un día cambiaré de compartimento y llegaré a un efervescente Brighton, donde entonces sí, aparecerá "The Real me"...

jueves, 27 de diciembre de 2007

La foto de Jimmy

Nunca he hablado de la foto que encabeza el blog. Quizá debí hacerlo en la entrada inaugural, pero en fin, me dio por presentarme de otra forma, sin caer en la cuenta que la foto era tal vez la mejor carta de presentación.

Como dije ya allí y probablemente muchos supieran ya, es un fotograma de la película Quadrophenia, que fue la versión cinematográfica de la historia que el compositor y guitarrista de The Who, Pete Townshend, ideó y narró en forma de canciones en el disco del mismo nombre.

En realidad, la película simplifica un poco la idea original de Townshend, puesto que en ella se cuenta la historia de Jimmy, un adolescente en búsqueda de sí mismo y sus peripecias, sin más. Townshend, concebía a Jimmy como un personaje compuesto de cuatro personalidades en permanente conflicto, de ahí el título "Qadrophenia" a los que además él identificó con cada uno de los miembros de The Who, asignando a cada uno un "tema musical", es decir un auténtico "leit motif" al estilo de Wagner en sus óperas (al que el propio Townshend reconoce que "robó" algunas notas de viento), que aparecen, desparecen y se entremezclan a lo largo de todo el disco.

Nada de esta "quadrophenia" aparece en la película, que por lo demás, no hizo ninguna gran aportación a la historia del cine, pero que se convirtió en toda una película de culto, sobre todo entre los "mods", puesto que es el movimiento o "tribu" en la que Townshend inscribió al personaje y aparece retratado en la película.

Pero volvamos a la foto. Ésta pertenece a un momento importante en la película. Jimmy, parecía haber encontrado cual era su lugar, su identidad: Era un mod. Sin embargo, últimamente todo le había estado saliendo mal y todo le había decepcionado. Su chica ahora andaba con un tipo que no era ni la mitad de "buen mod" que él, el trabajo le aburría, sus propios colegas de tribu, no parecían entender como él qué era ser un mod, en casa el ambiente era irrespirable...Así que Jimmy siente la necesidad de escaparse, y decide coger un tren y volver a Brighton, junto al mar, como aquel fin de semana algún tiempo atrás. Este es un lugar que Jimmy mitifica, porque allí, aquel fin de semana, él tuvo la sensación de encajar en algo, de saber quién era y qué tenía que hacer: Ser un mod. Y Brighton era la meca de los mods, con sus noches anfetaminadas bailando hasta el amanecer en algún club luciendo traje y coreografía, cientos de scooters y las peleas con los rockers.

La imagen, es del momento en que Jimmy está en ese tren a Brighton. Y es una imagen que a mí me resulta llena de contenido. No puedo evitar sentir cierta identificación con Jimmy en esa imagen, y por ello la escogí para encabezar un sitio en el que vuelco parte de mi "vida interior".
Ahí vemos a Jimmy, en su viaje de huída y búsqueda, con las manos en los bolsillos, ocupando el escaso espacio que le ceden dos típicos "gentlemen" de aire grave y altivo, uno de los cuales le mira con gesto entre despectivo y desconfiado. Eso es, dos bien establecidos caballeros flanqueando a un Jimmy que mira con intención desafiante pero en realidad temeroso, encogiendo los hombros por no ocupar más espacio del que le los gentlemen le dispensan, que parece sentirse como un extraño, como un bicho raro que no encaja en el compartimento del tren que le ha tocado.

¡Por qué me identifico con Jimmy en la imagen? Porque para mí es muy simbólica de la manera en que yo a veces me siento. Viajando en el mismo tren, incluso en el mismo compartimento que dos "hombres de provecho" ocupándose probablemente de cómo van sus negocios y asuntos en la prensa y que son paradigma de "lo que hay que ser", y sin embargo sintiéndome extraño entre ellos, como faltándome el espacio. Ellos viajando quizás a una importante reunión de trabajo, y yo en cambio con la mente puesta en otra cosa, viajando en busca de mi lugar propio, de mi "tribu", un símbolo, un "Dorado". Como Jimmy, buscando Brighton, junto al mar.

Cuando Jimmy llega a Brighton, descubre que allí no queda nada de lo que hubo, que no hay rastro de la frenética actividad juvenil de aquel fin de semana. Y su decepción con la vida se consuma cuando ve como su gran ídolo, el mod más mod y al que él más admiraba con la scooter más sofisticada y el traje más elegante, es un simple botones que descarga maletas de gente corriente en un hotel. Incluso los auténticos mods, le han decepcionado

Y esa es la metáfora que veo tan nítida en esa foto. Muchas veces, tengo la sensación de que la vida es un billete para un gran viaje, al mar,a Brighton. Pero ocurre que te encuentras en un compartimento en el que te falta el aire, el espacio, en que te sientes extraño entre gente respetable y que sabe cómo y para qué se viaja. Es decir, lo establecido y los modelos de vida "como Dios manda", representado en los gentlemen, en ocasiones parecen limitar mi espacio y resultarme ajenos, extraños. La vida, a veces, se me antoja un precioso traje que se me regala, tan bonito que ningún mod rechazaría, pero que sin embargo, no es de mi talla y no me permite bailar a gusto en el club...


Y si vamos más allá, puede que al llegar al destino, se encuentre que El Dorado, Brighton, no existe. Y que ser un mod es una estupidez porque en realidad acabas convirtiéndote en un simple botones, cargando con las maletas de los "gentlemen". Y quién sabe, a lo mejor acabas claudicando y pensando que aunque sea incómodo el traje de gentlemen, no lo es menos el de botones y con aquel, no cargas maletas. O...

¿O tal vez hay más salidas? ¿Puede ser una buena alternativa ser botones de día, y mod de noche? O, ¿hacemos un ejercicio de coherencia y honestidad y somos mods con todas las consecuencias y hasta el final, como termina haciendo Jimmy?

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Donantes...

He leído en el periódico que en la Conferencia de Donantes para la creación
del Estado Palestino, se han recaudado, o se ha adoptado el compromiso mejor dicho
de donar unos 7400 millones. Y Mazen, el Presidente de la Autoridad Nacional Palestinae
está muy contento y al parecer reina el optimismo.
Y yo digo, si el problema para la creación del famoso Estado era problema de dinero, ¿por qué
coño no lo han donado antes?
pero es que me da la sensación de que el problema, no es ese. Y me da también que los palestinos
tendrán su Estado, sí, pero un “Estado de Sitio” dentro del muro que a lo tonto a lo tonto, sigue
haciendo Israel.

El caso es que hay que resolver ese asunto ya. Que se desengañen, pueden dedicar todas las energías, servicios de inteligencia y ejércitos que quieran a combatir el terrorismo fanático islámico. Pero mientras exista el problema de Palestina, no hay nada que hacer. Porque los Bin Laden y compañía son unos bárbaros a los que el Islam, Palestina y todo les da lo mismo. Sin embargo ahí tienen un argumento, un tema al que los árabes son sensibles y que les hace justificar la guerra santa.
Pero si un día a ese conflicto se le da justa solución, estoy convencido que el terrosimo fanático dejará de tener apoyo popular, y perderá fuerza.

Es como aquí. Durante la dictadura, muchos no aprobaban el terrorismo de ETA, pero digamos que lo comprendían. Pero en cuanto la democracia se asentó, y ya no había en realidad opresión y situaciones injustas, el propio pueblo vasco entendió que ETA no tenía ningún sentido. Y ese fue el principio del declive de la banda.

Así es que por favor, resuelvan el problema y devuelvan a los palestinos lo que se les robó, y déjense de guerras e invasiones que no hacen más que crear nuevas legiones de terroristas.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Modelos

Fernando Alonso ha firmado un contrato de dos años con Renault por unos 6000 millones de euros.
Si Renault puede pagarle eso a un tío, más lo que cuesta el coche (que a veces se estrella y hay que reparar), más lo que se gasta en investigación y desarrollo para mejorarlo, ¿cómo es posible que a veces chantajee a la Junta de Castilla y León con que se va al Este a fabricar coches para abaratar costes?

Y lo peor es que, ¡Al parecer Toyota le pagaba casi el doble!

Así es que luego no nos devanemos los sesos pensando en si la causa del fracaso escolar la tiene la LOU, la LOE, la LOCE o la que esté, los padres, el sistema o los profesores.
En mi opinión gran parte de la culpa la tienen los modelos de triunfadores que ven los chavales en los medios. No podemos pretender que a los chicos les interese Sócrates, Galileo o Martin Luther King. Lo que quieren es un kart, o un balón de fútbol, o un cuerpo de modelo...Porque además, los chicos no son tontos, y de acuerdo, los tres anteriores dejaron importantísimas aportaciones a la humanidad. Pero a los tres les mataron.

jueves, 29 de noviembre de 2007

Necesito un piano

Quiero un piano. Mejor dicho, necesito un piano.
Siempre he tenido uno, ahí en el salón. Todo un privilegio. Mis padres lo compraron hace muchos años, haciendo un pequeño esfuerzo económico. O mejor dicho, haciendo un pequeño sacrificio renunciando a otros caprichos que tenían pensados para ellos, al ver que yo parecía mostrar entusiasmo por las clases de música que comencé dos años antes.
Pero he aquí, que da la sensación de que ahora quieren cobrarse aquel sacrificio. Me explico:
Yo estoy a punto de comprar un piso. Ellos están haciéndose esa casa de retiro con la que llevan años soñando. Y aunque estaba yo contando con que entenderían y aprobarían que me llevara el piano a mi nuevo piso, resulta que no. Dicen que el piano se irá con ellos a su casa nueva y que estarán encantados de recibirme allí y escucharme tocar cada vez que quiera. Yo, ante semejante revés, llevo algunos meses de negociación, hago comentarios velados, consulto escalímetro en mano los planos de mi futuro piso justo después de comprobar el ancho del codiciado mueble en su presencia...pero lejos de conmoverles, su postura parece reafirmarse.

Su propuesta de ir a tocar a su casa no es una alternativa, sobre todo teniendo en cuenta que suelo aprovechar cuando no hay nadie en la actual para tocar, por lo que sería absurdo ir a su nueva casa a hacerlo, precisamente aprovechando que están ellos.
Así es que, me temo que tendré que comprarme uno. Porque, ¿para qué quiero una casa si no tengo un piano? Pero no tengo dinero. Siempre dije, cuando era muy joven (incluso más que ahora, ejem), que lo primero que haría cuando empezara a ganar mi dinero, sería comprar un piano de cola. Ingénuo de mí, entonces no pensaba que para ello primero hay que tener un sitio donde ponerlo. Y adquirir el sitio es precisamente lo que me impide comprar el piano.

Y es que el hogar materno no es el adecuado. Por dos razones: Una, que el sitio, a ser posible, mucho mejor si es propio. Y la otra, que todo el mundo sabe que las madres al menos de la generación de la mía para atrás, no dejan un solo centímetro cuadrado virgen, sobre todo en el salón. Siempre hay espacio para una plantita, un taburete, un taquillón, una mesita con cajas y ceniceros (en los que no se puede apagar los cigarros, claro), un revistero, un bonito ficus...
¿En mi habitación tal vez? Nunca tuve una propia. Las desventajas de compartir género con mi hermano. En muchas ocasiones desearía haber nacido hembra, como mi hermana. Entre otras cosas porque así tal vez habría entendido el estilo de decoración de mi madre, y...Quién sabe, quizás si hubiera nacido mujer ahora sería pianista...Pero esa es otra historia.

El caso es que necesito un piano. Pero no tengo dinero para comprarlo. Y cuando digo que lo necesito es que quiero decir que verdaderamente lo necesito. Es posible que no sumen más de cuatro las horas que en media le dedico a la semana , pero esas cuatro, son absolutamente vitales para mí. Y es que, hay determinadas cosas que no se pueden expresar con palabras, ni siquiera con las que el rico Castellano nos brinda. Y para esas cosas, Beethoven, Shubert o Chopin, sobre todo Chopin, no sé de dónde demonios las sacaban, pero escribían las palabras exactas. Y si no pudiera desahogarme de vez en cuando citando sus “versos” al piano, creo que yo sería peor y menos de lo que ya soy. Quien toque música por gusto, me entenderá.
Lo necesito, como el sexo, como el chocolate. Y discúlpenme lo prosaico del símil, pero creo que no está del todo mal para compensar lo...casi cursi que me quedó este último párrafo.

Y esto me ha hecho pensar acerca de mis necesidades, de las necesidades. Pienso por ejemplo en la carcajada, o la indignación, o el desprecio, o simplemente la extrañeza que podría provocar a alguien que yo diga que necesito un piano. ¿Qué pensaría un ama de casa viuda con tres hijos? ¿Qué pensaría un rico hombre de negocios? ¿Y un alcohólico? ¿Y un operario de una fábrica en China? ¿Y alguien recién abandonado por su mujer (que no tuviera piano y tocara, claro)? ¿Y un massai?
Y pienso en la pirámide de Maslow , y en la razón que tenía Marx al decir que son las condiciones materiales de vida y la organización económica las que moldean el espíritu, los gustos y las ideas, y no al revés.
Y por último, estoy pensando que no sé si debo agradecer a mis padres que hicieran aquel sacrificio, o echárselo en cara. Yo estaba feliz con mi melódica (mucho más barata) por aquel entonces. Sin embargo ahora...maldita sea, ahora necesito un piano.

Ahora bien, lo que de ninguna manera les perdonaré, es no haberme concebido hembra.Quizá entonces, aunque no hubieran comprado aquel piano, yo me hubiera terminado encontrando casual o fatalmente con uno, y quizás ahora no tendría que preocuparme de comprar un piano, porque sería pianista...Pero esa es otra historia.

http://es.youtube.com/watch?v=-i0MBuLGCOQ

lunes, 26 de noviembre de 2007

Aforismo 2


La Felicidad permanente y duradera es un absurdo, cuya persecución nos impide a veces estar atentos y percibir lo único que en realidad existe: Relativamente breves y esporádicas felicidades.
Y si tal Felicidad existe, sospecho que no consiste en otra cosa que en la dosificación justa entre llevaderas penas y reparadoras felicidades. En suma, en estar vivo.

martes, 6 de noviembre de 2007

EL FINAL


Ambos cumplían años ese mes, acabando ya el invierno. Así es que una noche se citaron, y se intercambiaron sus regalos. Se echaron a reir al comprobar que el uno le había comprado al otro exactamente el mismo libro. Una prueba más de la complicidad que de repente había nacido entre los amantes...Ellos, que jamás sospecharon que se verían en semejante situación, felicitándose su cumpleaños abrazados, y despidiéndose con un beso puesto que allí donde estaban, nadie les veía. Igual que aquella primera noche, semanas atrás, cuando todo empezó, con otro abrazo y otro beso a hurtadillas.

Y después de aquella vez primera, y de la noche de los regalos, hubo algún encuentro más. No muchos, pues parece que los dioses se divertían jugando con ellos y desbaratando sus planes, y mientras Afrodita les encendía el corazón, Apolo llenaba de prudente temor sus cabezas...Pero entre cada momento a solas, aunque no se tuvieran, había gestos, miradas que se encontraban, palabras cifradas, fugaces y disimulados contactos entre sus manos, sus rostros...Y mientras, habían empezado a imaginar un plan. Un plan, con el que quizás conseguirían burlar a los caprichosos dioses.

Decidieron que, aunque fuera por un día, tenían que huir de aquel lugar, lleno de pasado, tan pesado pasado. Lleno de impertinentes miradas, de viciados sitios...lleno de realidad que nada tenía que ver con su bello sueño. Un lugar que con frías y gruesas cadenas les mantenía siempre cerca del suelo, impidiéndoles hacer lo que ellos mejor sabían hacer , lo que ellos más deseaban hacer...Volar.

Y llegó el día pactado para llevar a cabo el plan. Durante días habían estado preparando todo: cúando cómo y dónde se irían, dónde dirían a todos que se irían...Y a primera hora de la tarde de un Sábado, cogieron el coche y se marcharon, a una pequeña ciudad cerca de las montañas. La Primavera ya estaba avisando de que era su turno, y la tarde era preciosa. El cielo era de un intenso azul, especialmente azul, y se extendía infinito por todas partes. Los amantes solo podían ver horizonte alrededor de ellos, y tenían una sensación tan intensa de libertad...Y ellos respiraban tranquilos y felices aquella libertad, como el más puro de los aires, tan puro como el cegador blanco del abrigo de ella. Y por fin a lo lejos, comenzaron a adivinar las montañas. Las cumbres desde las que habrían de lanzarse por fin, sin miedo, a volar.

Dejaron sus cosas en la habitación del modesto pero encantador hotel en que se alojarían. Y sin más preámbulos salieron a pasear de la mano por ese nuevo sitio, en que nadie les miraba, en que a nadie parecía importar quiénes eran. Cenaron, bebieron, poco menos que se emborracharon, se rieron, charlaron...Ella parecía quedar hipnotizada por la manera en que él hablaba de cualquier cosa. Y él, se sentía cómodo sabiendo que ella le escuchaba, y que parecía entender y compartir su mundo. Y a su vez se interesaba por conocer el de ella.

Se hizo tarde, y decidieron volver a su habitación. Él abrió la puerta, dejándole pasar a ella primero, tan bella, tan elegante, tan luminosa con su abrigo blanco...Cuando entraron, ya no había mucho más que decir. Se miraron, se sonrieron, y empezaron a buscarse el uno al otro, despacio, pero con ansiedad.





Ella se quitó el abrigo, dejándolo caer al suelo, casi con rabia. Como si por fin junto con ese abrigo se despojara también de toda la prudencia y temor con que hasta ahora se había visto obligada a darse a su amante. Él correspondió al gesto y continuó desvistiéndola mientras besaba y acariciaba cada nuevo centímetro de piel que quedaba al descubierto, como si cada uno fuera un tesoro perseguido durante siglos. Quedaron por fin ambos desnudos, frente a frente. Y algún pequeño signo de rubor asomó al rostro de ella. Y el rostro de él...Ah! El rostro de él estaba absolutamente turbado por la belleza de su amada, tan serena su figura, tan cristalina su piel...Brillaba ahora incluso más que cuando su abrigo blanco reflejaba la intensa luz de la Primavera. Y ese rubor en los ojos y en las mejillas de ella, le enterneció tanto...

Se tendieron en la cama. Por fin, los amantes se pertenecían absolutamente. Él la acariciaba con tanto deseo y ternura, que ella temblaba y sentía que le quemaba, y le correspondía abrazándose fuertemente a él, como se aferra el moribundo a su último aliento. Él creía oír la más bella música, acompañando la danza de ella sobre él, y le decía con la mirada palabras de amor, que eran a su vez la música que a ella le incitaban a danzar...

La pasión lo invadió todo, arrasó con todo, lo incendió todo. Los amantes apenas tenían cada uno conciencia de sí mismo. Sentían que existían solo en el deseo del otro, en las caricias del otro. Sentían que cada uno existía, porque existía para el otro...Y entonces lentamente, empezaron a elevarse algunos centímetros sobre la cama, adheridos, y cada vez más perdidos el uno en el otro. Se elevaron más, y más. Y la habitación, el hostal, la ciudad entera, todo, comenzó a derrumbarse a su alrededor mientras ellos subían cada vez más alto. Ah! De una vez por todas, los amantes se habían deshecho de lastres de contextos, de conciencia, de razones y sinrazones, y habían levantado el vuelo. Ahora el mundo abajo ya no significaba nada, porque simplemente no se alcanzaba a verlo, estaban tan por encima de él, por encima de los burlados dioses, por encima de sí mismos...Volaban!

A la mañana siguiente un sol espléndido comenzó a asomarse a la habitación por entre las rendijas de la persiana. Él se despertó. Se sentía plenamente descansado, sereno, feliz. A su lado, su amada dormía aún. Durante un buen rato se dedicó a observarla. Estaba de lado y de espaldas a él, y las sábanas apenas le cubrían las piernas. La luz de la espléndida mañana que se colaba por la ventana creaba una penumbra en la que el color de su piel adquiría un tono especialmente dorado. Por fin, él la besó dulcemente en el hombro, y ella despertó también. Se giró, y al encontrar el rostro de su amado, sonrió. Un beso de buenos días, una sonrisa de buenos días.

Se vistieron, recogieron sus cosas, y después de un abundante desayuno emprendieron la vuelta aquel Domingo hermoso, incluso muy caluroso para las fechas que corrían.


Y llegaron a la ciudad de la que parecía que hacía un siglo que escaparon. Fueron hasta ese discreto sitio que habían decidido que era el más adecuado para que ella bajara del coche sin despertar suspicacias. Se miraron, y supieron que ambos estaban pensando lo mismo. Sí, ese era el final de la historia, ya no habría más encuentros ni fugas. ¿Qué sentido tendrían? Habían volado lo más alto que podían. Todo el edificio de su historia de amor había ardido, y se había derrumbado al igual que la habitación, el hostal y la ciudad debajo de ellos la noche anterior. No había otra salida para su historia de amor que aniquilarla dejándola arder, igual que la llama se extingue cuando no encuentra oxígeno. Y eso era precisamente lo que habían hecho, consumir su amor en un incendio de una noche, la única que tenían. Y es que los amantes, preferían una noche de violento fuego, que una eternidad de cálidas cenizas.

Ella se puso su abrigo. Él le acercó su bolso del asiento trasero. Una vez que ella bajó del coche, él le dijo a través de la ventanilla bajada:

-Oye, ¿Qué tal vas con el libro?
-Ya lo terminé- respondió ella- ¿Y tú?
-Aún no lo empecé...-dijo medio avergonzado- ¿Mañana te veo donde siempre?
-Supongo que sí.

Se sonrieron y mediante un gesto con la mano, se despidieron.

lunes, 29 de octubre de 2007

Aforismo


La belleza de una mujer que se sabe bella, es como la vida de quien ya supiera qué le depara el porvenir: Ambas pierden gran parte de su encanto.




miércoles, 24 de octubre de 2007

¿Te amé? (Seguimos con temática Octubre, ya queda poco...)




Quizás no fueras tú,

Sería el olor del aire frío de octubre,
sería aquella música,
sería que era un bonito día,
sería que fue una aún más bella noche...

Pero creo que te amé,

O tal vez amé aquel olor, aquella música,
aquel día, aquella noche...a través de tí.

Quizás no fuera amor, sino ganas de amar...

Pero,
¿Cómo no tenerlas?
Con aquel olor, aquella música,
aquel día, aquella noche...


A Leonor (es que ayer la ví en la tele...)

martes, 23 de octubre de 2007

Una triste noticia



Hoy me enteré de que el periodista Juan Antonio Cebrián murió el Domingo, a los 41 años.

He sentido mucho su muerte. Admiraba mucho su conocimiento, su manera de divulgarlo y comunicarlo, su curiosidad y su talante abierto pero riguroso.

Disfrutaba mucho de aquellas noches en la cama escuchando "La Rosa de los Vientos", hasta el final, sin la tensión del saber que tenía que dormir porque había que levantarme temprano, porque durante aquella época, no tenía ni que estudiar, ni que trabajar. Vamos, que no tenía nada mejor que hacer por las noches que aprender cosas sobre historia, ciencia, enigmas y fenómenos extraños de la voz de Juan Antonio y sus geniales colaboradores. Recuerdo especialmente los pasajes de la historia, que relataba magistralmente, con efectos de sonido y ambientación que, en la intimidad y oscuridad del dormitorio, hacían que pudieras casi ver a aquellos caballeros templarios, o casi estar en Normandía durante el desembarco...Y después, empezaba el "Esta noche o nunca", con el gran "Monaguillo"...¡Ah! Qué noches tan agradables aquellas. Tiene algo especial la radio, ¿verdad?

Un sentido recuerdo para él, pues, que seguro que anda agitado buscando la forma de, ahora que lo sabe, contarnos si hay y cómo es o no el más allá...

viernes, 19 de octubre de 2007

¡Cómo está el mundo!

Dice el señor Mayor Oreja que por qué iba a condenar el franquismo, si había mucha gente que lo apoyaba y que vivía con él en una extraordinaria placidez. Amén.

Un razonamiento impecable. Razonemos como él:
¿Por qué condenó tan enérgicamente el Partido Popular el tema de los GAL, si había mucha gente que lo apoyaba y pensaba que había que matarlos a todos?
¿Por qué condena tan categóricamente el partido popular
la dictadura de Fidel Castro, si hay un amplio sector de los cubanos que lo apoya, y que vive en una extraordinaria placidez bajo el mismo?
¿Por qué condenar la continua violación de derechos humanos en China si suponen un mercado inmenso de consumidores y de trabajadores que a un amplio sector le permite vivir plácidamente? Ah, bueno, que esto no lo condena nadie...Buenos, sí, Amnistía Internacional y alguna otra organización de enorme peso específico e influencia como la ONU...

Ay! Cómo traiciona el orgullo a veces a cabezas tan preclaras como esta...¿Qué le hubiera costado, señor Oreja, haber condenado el franquismo de cara al público? Y luego en su foro interno piense usted lo que quiera, como si opina que la lástima es que no diera tiempo a fusilar a todos los que no vivían con esa extraordinaria placidez.
Este Oreja, más que Mayor, parece Senil...

Y hay más. Al Gore premio Nobel de la Paz.
Y digo yo, este hombre, ¿Qué ha hecho? No sé, a lo mejor es ignorancia mía, aunque supongo que una persona que aspira a presidir los estados unidos, se cuida mucho de que se sepa ampliamente lo que hace y se publiciten sus méritos. Yo desde luego, no los conozco.
Ya puestos, se lo podían haber dado a Bush, que se ha reunido con el Dalai Lama...lo que pasa es que ya se había fallado, ¡Ay, Jorgito, llegó tarde! ¿Y no irá relacionada una cosa con la otra?

Pero hay más aún. James Watson, premio Nobel de medicina en 1962, ha hecho unas declaraciones estupendas. Dice que los blancos son más inteligentes que los negros, que lo sabe él, que es científico. Y dice además, que si hubiera posibilidad de saber si un niño que está en el vientre de su madre, será gay cuando crezca, la madre debería tener derecho a abortar si quiere.
Imagínense que en el ejercicio de tal derecho, la madre de Oscar Wilde hubiera decidido que éste no naciera...

Ay, ¡Cómo está el mundo! Aunque, hagamos un poco de autocrítica. Es muy fácil adoptar el papel de espectador y exclamar que cómo está el mundo, pero seguir participando de sus vicios, contradicciones y dislates varios, con el solo y pobre objetivo de...sobrevivir.

Pero, y si un día le echara valor...y si...quizá pudiera...

lunes, 15 de octubre de 2007

¿Talento o trabajo?

No sé si han visto esa campaña publicitaria en la televisión que consiste en un erizo anunciando seguros de coches (que digo yo que tampoco es demasiado afortunada la identificación de la seguridad con un bicho que tiene pinchos en la espalda)

Pues bien. En uno de ellos, el erizo en cuestión está en un gimnasio, y después de soltar la retaíla de bondades del seguro a una sudorosa muchacha, ésta le piropea diciendo algo así como: "Eh erizo, tienes buen aspecto". A lo que el bicho responde, todo digno: " Y eso que no vengo mucho..."

Me llamó la atención esa respuesta, porque además, creo que es una respuesta bastante común, ya no solo entre los erizos, sino entre los humanos.¿No creen?
Y esto se puede extender a cualquier otra cosa: Tocar un instrumento, sacar buena nota en un examen...Las respuestas serían similares: "Pues apenas practico", "Uy! Pues estudié el día antes"...

¿Y por qué se responde eso? Porque de alguna manera se quiere dar a entender que lo bien que se ve uno, no es fruto de las horas en el gimnasio, sino que es un poco innato, buenos genes que tiene uno, en suma, fruto de un talento natural.



Es como si a veces admitir que se ha hecho esfuerzo, que se ha trabajado, restara mérito al resultado conseguido. Es decir, de lo que nos gustaría presumir, es de tener talento. Porque esforzarse es cuestión de voluntad, pero el talento es cuestión de azar. Por eso es extraordinario, porque solo algunos son obsequiados con el don.



¿Y saben qué? Estoy de acuerdo. El talento es lo admirable. No dudo que la falta de éste, se pueda suplir con trabajo y esfuerzo. Es más, no niego que a veces para ser bueno, realmente bueno, el mejor quizá en algo, es necesaria la combinación de ambos.



Pero qué quieren que le haga, me declaro más devoto del talento. Y no quiero menospreciar el valor del esfuerzo y el trabajo. El esforzado tendrá siempre todo mi respeto. Pero el talentoso, tendrá mi admiración.



Sin embargo...Ahora pienso, ¿no será precisamente porque el talento viene de serie, porque no implica ninguna "acción" del individuo adquirirlo, por lo que acaso hacer algo bien si se tiene talento, no tiene mérito alguno?



En fin, quizá la mejor salida a esta disyuntiva, sea ni lo uno ni lo otro, sino lo que dice el siempre agudo Woody Allen:



" En esta vida, es mejor tener suerte que talento"

Y la verdad es que está el mundo lleno de "triunfadores" que efectivamente, ni esfuerzo, ni talento. Quizá este del triunfo sea un buen tema para otro día...

lunes, 8 de octubre de 2007

Octubres y octubres

La casualidad ha querido que un Octubre más, tenga que hacer otra visita a Madrid. A las dos de la tarde terminarán mis obligaciones "productivas", así es que tendré toda la tarde libre si quiero.
Es muy probable que repita un paseo similar a ese en cuyo relato acabó convirtiéndose la carta que reproduje el otro día.
Siento curiosidad por descubrir hacia quién o qué se dirijen mañana mis pensamientos, hacia dónde me llevan mis pasos, qué cosas me pide el cuerpo hacer...Será bonito en cualquier caso, ver que mi vida avanza, se mueve, comprobar que, afortunadamente, los Octubres son distintos unos de otros...

Lo que siempre estára en el mismo lugar, y a él siempre podré acercarme a realizar el pequeño ritual de "reinicio", es el kilómetro cero.

jueves, 4 de octubre de 2007

¿Razones para amar?

Hoy estuve dando una vuelta por un fotolog, y he encontrado estos versos que reproduzco sin permiso, en la confianza de que como formaba parte de una de esas cadenas supersticiosas, el autor o autora original estarán muy, muy lejos...

"Ama al hombre que te llame "bonita" en lugarde "sexy".
Al que te llame aun cuando le colgaste elteléfono.
Al que se quede despierto sólo para verte dormir.
Al que bese tu frente.
Al que quiera enseñarte al mundo cuando estés desarreglada.
Al que no le importe si engordaste o adelgazastecon el transcurrir de los años.
Al que te diga "que quieres comer hoy, que yococino"
Al que tome tu mano frente a sus amigos.
Espera al que te diga constantemente cuanto le importas y lo suertudo que es por tenerte.
Y que cuando te presente a sus amigos diga: "Es ella..."Ámalo pues él te ama y difícilmente dejaría dehacerlo."

Pues bien, yo digo:

Ama a quien amas, sin más
pues si verdaderamente amas,
no tienes elección
Y si a nadie amas, no ames

Ama a quien amas
por encima de gestos,
por debajo de orgullos

Ama sin reflexión
sin examen, sin razones,
sin estrategias,
sin estudios pormenorizados

Ama incluso a quien no te convenga,
áma más, si no te conviene

Ama sin criterios prácticos
que si en este mundo
de venta al mejor postor
y de compra de la mejor oferta
también en el amor se busca la ganga
entonces nada queda

Ama a pesar de los contras
y en contra de los pros

No ames a quien
alguien te aconseje que ames

Si no te tienes por cualquiera
no ames al perfecto candidato
que eso cualquiera lo hace

Ama también a quien sospeches que dejará de amarte,

y si lo hace, sigue amando

Ama a quien amas,
hasta que no le ames

Pero sobre todo,
nunca ames porque te aman.

miércoles, 3 de octubre de 2007

CARTA A UNA PINTORA

Ha llegado Octubre. Creo que el Otoño siempre nos impregna, al menos a mí, de una cierta melancolía. Y se me ha ocurrido que por ello, lo que voy a poner en la libreta es una carta que escribí hace algunos Octubres, a la que le tengo cierto cariño. Una de esas cartas, que se escriben aún a sabiendas de que jamás se enviarán, porque su destinatario no tiene ningún interés en recibir, o simplemente, porque no dejó ninguna dirección a la que hacerlo:


Pues un poco por azar (destino?), he venido a dar al Museo del Prado. Me he acordado de ti...Y he pensado que para rematar esta bonita tarde en la capital, podría estar bien sentarme por aquí, y ver si el recién llegado Otoño y el Prado me ayudan a escribir algo sobre tí. El Otoño porque parece como si, consciente de que no tardando mucho será monocromo e insípido, quisiera ahora en su juventud, emular a la multicolor y perfumada Primavera; y así con los primeros fríos trae siempre un aroma y color especiales, que resultan inspiradores.Y el Prado porque, bueno, huele un poco a óleo, supongo que como tú muchas veces, y porque, me imagino que también muchas veces, el Prado te ha tenido dentro...

Verás, es que... te cuento. Me sobraba un buen rato antes de “tomar” el tren de vuelta a Medina. Así es que he decidido dar un paseo por el centro de Madrid, algo que siempre me gusta hacer cuando vengo. Es una monstruosa, ruidosa y alienante ciudad, pero tiene encanto, sobre todo si vienes de visita. Además, como ya había cubierto el cupo de actividad “productiva” del día, me pareció buena idea “perder” un poquito el tiempo. A veces pienso que el único tiempo verdaderamente nuestro, es precisamente ese, el que perdemos.

Así es que, comencé el paseo. Salgo del metro en Gran Vía, casi a la altura de la Plaza de España. Se me ocurre ir a comprobar algo...Vaya, pues ya han borrado el “LOU NO” que el valiente gallego, durante aquella gran manifestación, pintó en el monumento que preside la plaza, a una altura que rozaba la temeridad, más que la valentía...Fue emocionante estar allí aquel día que parecía que la Universidad había despertado, y tenía la esperanza de que aquel “grito” en la piedra perdurara. Ya sé que no está bien estropear los bienes públicos, pero bueno, estuvimos allí porque creíamos que querían estropear uno de nuestros grandes bienes públicos...Y bueno, al fin y al cabo no fue tan grave la trastada, por que han “acallado” el grito, y la LOU salió adelante. Y me temo, que en realidad la Universidad tampoco había despertado realmente...


Empiezo a subir por la Gran Vía. Siempre me quedo mirando los enormes carteles que anuncian los espectáculos de la infinidad de teatros y cines que hay en esta zona. Algunos son verdaderas obras de arte...me vienen a la cabeza los carteles de Lautrec que inundaban las tiendas de souvenirs cuando estuve en Paris, en camisetas, en postales...Me acuerdo de tí.

Llego a Callao, y decido salir de la Gran Vía por la calle Preciados. Si no recuerdo mal iré a dar a la Puerta del Sol...No sin esfuerzo he conseguido pasar por delante de la FNAC sin entrar a echar una ojeada a la música. Sé que si lo hago, alguno de esos discos que solo allí están a tan buen precio, me llevaría. El caso es que creo que Pearl Jam acaban de lanzar un acústico en directo...No, no. Ya he gastado bastante, y se trata de “malgastar” el tiempo, no el dinero.

Pues efectivamente, al final de esa “Padilla” madrileña que es Preciados, aparezco en la Puerta del Sol. El corazón de la ciudad. Me acerco al kilómetro cero...Caigo en la cuenta de que, de alguna forma, mi vida se encuentra en un nuevo kilómetro cero. Hay una gran multitud, multicolor, de acá para allá, y a toda velocidad, claro. Solo yo parezco tener el privilegio de estar allí “perdiendo” el tiempo, caminando sin obligación ni objetivo que dirija mis pasos. Caminar...estoy pensando en tu manera de caminar, lenta, pausada, con pasitos cortos pero ejecutados con armoniosa parsimonia, como si meditaras cada uno de ellos. Caminas sigilosa, como temiendo ser oída, como evitando que tus pasos anticipen tu llegada...Creo que si se pudiera hacer el silencio suficiente, tu andar sonaría como un cuarteto de cuerda ejecutando un pizzicato, pianísimo pizzicato...

Bien, ¿y ahora, dónde?, me digo. Todo un lujo de pregunta, para estar en Madrid...Me decido por esa calle a la izquierda. Es la Carrera de San Jerónimo. Enciendo un cigarro y comienzo a recorrerla sin dejarme llevar por su nombre, y al poco tiempo, descubro con curiosidad un bonito rincón que no conocía. Es la Plaza Canalejas. Y digo bien rincón, porque es una placita pequeña, que rodeada de antiguos y altos edificios, parece replegarse sobre sí misma, como refugiándose del bullicio de los alrededores. Me gusta, es bonita.


Sigo avanzando por San Jerónimo, y ya empieza a adivinarse la majestuosa figura de Neptuno allí adelante. Pero antes, aparece a mi izquierda el Congreso. Y al pasar pienso que quizás algún día yo esté sentado en uno de sus butacones. Aunque, tal y como están las cosas ahí dentro, es posible que si un día ocurriera, será porque perdí algo que al menos hasta ahora, he querido preservar porque me parece bonito y valioso, y porque creo que en el fondo me ayuda a vivir: mi utopismo. Creo que te hablé de él...

Continúo mi errático paseo, y sale a mi paso una calle grande, ancha y ajardinada. Busco algún indicador...es el Paseo del Prado. Cruzo, rodeando al desafiante Neptuno, y...

...Y bueno, así es como he venido a dar al Museo del Prado. Me he acordado de tí. Y he pensado que sería bonito si me sentara aquí, frente al Prado, que tanto tiene que ver contigo y tratara de escribir algo sobre ti...

Me siento en un banco de piedra, bajo un gran árbol, justo enfrente de la estatua de Velázquez. ¿Sabes? Ahora que le observo, es gracioso, creo que tiene el mismo pelo que tú...Sí, definitivamente, si te dejaras una melenita algo más corta, tus rizos serían iguales que los suyos...

Saco un bloc y un bolígrafo, e intento citar a las musas. Al fin y al cabo no es mal sitio para que ande alguna merodeando ¿no?. Incluso creo que en el friso que hay sobre la puerta frente a la que me encuentro, aparece Apolo. La tarde se ha ido impregnando de un cierto aire tristón, una sensación de penumbra. Creo que va a llover....¡Mira! Una hoja seca acaba de caer sobre el papel... Sí, esto tiene que ser cosa de Apolo, animándome a escribir...De Apolo y del Otoño.

Sin embargo, no se me ocurre nada. Vaya, ¡esto sí que es perder el tiempo! Un montón de líneas escritas, y creo que no te he dicho nada de lo que iba a decir...En fin, ha sido una bella tarde de todas maneras.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Can you see the real me?

Esta es la pregunta que Jimmy, el mítico joven "quadrofénico" creado por Pete Townshend ,lider de The Who, hace a su médico, a su madre y al predicador en el brillante primer tema de su mejor disco a mi juicio, Quadrophenia, basada en la cual posteriormente Franc Roddam realizó la película homónima, uno de cuyos fotogramas encabeza esta página.

Jimmy es un chico en un agitado proceso de búsqueda de su identidad, de su lugar en el mundo. Y me ha venido a la cabeza ese personaje a la hora de dar un "leitmotiv" a este experimento, que no sin cierto escepticismo comienzo, y que pretende ser una especie de...diario, o libreta electrónica.
Como tal diario, debería servir para plasmar pensamientos, ideas, contar cosas que me ocurren, grandes o insignificantes (si es que verdaderamente sabemos distinguir entre ambas)... Y entonces se me ocurre que tal vez en él, o a través de él, se puede escudriñar quién soy yo, "who is the real me". Y esa es la razón por la que me pareció un título adecuado, de paso que rindo mi homenaje a un disco que adoro. Y en fin, algún nombre había que darle...

Aunque pensándolo bien, poco tiene de diario algo que muestra lo que en él se escribe a un montón de gente. En los diarios se supone que se escriben cosas que nadie más debe saber ¿no?

En fin, lo enfocaremos pues como un "diario censurado" en el que, quizás haya que leer un poco entre líneas... Pero, si me autocensuro, ¿podrá entonces asomar mi "yo" más auténtico, " the real me"?

Vaya, parece que la cosa comienza con cierta dosis de contradicción...Bueno, pues quizá sea ese un primer rasgo de mi carácter que se pueda inferir de este
experimento: Contradictorio.

Bueno, ya iremos viendo qué forma acaba adoptando este "invento". De momento, puesto que yo, como Jimmy, sospecho que también me encuentro en búsqueda (como supongo que la mayoría nos pasamos la vida), la respuesta más precisa que puedo dar al escurridizo "quién soy" es, "Alberto". Ya iré poniendo apellidos...

Y después de toda esta declaración de intenciones, que me temo que no ha resultado más que un horrible ejercicio de pretenciosidad, la verdad: En realidad lo único que pretendo es dar rienda suelta a las ganas que de vez en cuando tengo de escribir, y nada más.

Pasen y lean!