miércoles, 30 de enero de 2008

Mercado de votos


Estos días abundan mucho por los periódicos chistes y viñetas alusivos al cierto tinte de "mercadeo" que tiene la propuesta de Zapatero de devolver 400 euros a los contribuyentes. Es cierto que la medida es cuando menos sorprendente, y que según se presenta, verdaderamente suena a eso: "Vóteme y le doy 400 euros"

Pero he estado pensando que no sé a qué este "escándalo". Parece que hubiera aparecido un repentino ataque de integridad y decencia, como si a la gente le molestara que los políticos piensen que está en venta por una suficiente cantidad de dinero.

Pues qué quieren que les diga. Así es. El ciudadano medio español( y supongo que de gran parte de otros países también, pero al español es al que conozco más) escoge su opción política según el beneficio personal que estime que le proporcionará.

He escuchado a multitud de gente profetizar la ruina de sus negocios, sus pequeñas empresas, la subida alarmante de impuestos y otra serie de catástrofes para sus economías si el PSOE ganaba las elecciones. He oído igualmente alarmarse a curritos ante las victorias electorales del PP porque poco menos que iban a bajarles los sueldos para dárselo a losricos. Es decir, el razonamiento medio es: "Si no ganan los míos, mis cuentas se van al garete"

Pues bien. Si eso es a todo lo que aspiran y todo lo que esperan del Gobierno, que les sanee las cuentas, ¿entonces qué esperan? Pues eso, que les hagan una oferta económica por su voto.

Yo en cambio, creo que debemos estar atentos y exigir muchas más cosas. Es obvio que nadie va a votar en contra de sus intereses. Si yo fuera homosexual, no votaría a un partido que no está de acuerdo con legalizar el matrimonio homosexual. Si fuera duquesa no votaría a favor de un partido que defendiera la eliminación de títulos nobiliarios y sus privilegios. Pero en todo caso, creo que debería tenerse una idea algo más amplia de lo que significa el Estado, que debería pasar a mi entender por elegir aquella opción política que nos parezca más conveniente para el bienestar general del Estado en conjunto, es decir, de todos. En eso, se basa la sólida democracia que tenemos hoy: En la mutua cesión de intereses particulares que los distintos sectores hicieron en la transición por el bien común. Los comunistas aceptaron al rey, la derecha aceptó la democracia (simplificando mucho)

Yo por mi parte opino que en realidad, el tema de la economía no lo maneja el Gobierno. Esté quien esté, todos los bancos y grandes multinacionales todos los años incrementan sus beneficios. Y es que el poder económico va por libre, a sus anchas. Tanto que temo que en realidad en algunos casos gobierna más que el Gobierno (sirva como ejemplo como una oscura mano que seguramente portaba un maletín, consiguió dar la vuelta, por medio de dos tránsfugas, a las elecciones de Madrid ganadas por el PSOE hace 6 años, otorgando así semanas después su gobierno al PP).

Por eso, yo lo que pido es una nueva generación de políticos valientes que de una vez por todas entiendan que su objetivo no es ganar elecciones, si no hacer cosas, aunque hacerlas les cueste el puesto. Políticos que se enfrenten y sometan al poder económico como todos los demás al único que corresponde ejercer el poder: El Pueblo Soberano. Debemos desembarazarnos de la dictadura del mercado que cada vez nos exige más trabajo, menos sueldo, hipotecas más caras, estudiar lo que le interesa,competir hasta con tu compañero de mesa, menos tiempo libre, peor humor.. vamos una peor vida. Y para eso tenemos que demostrarle al mercado que no somos como él piensa y fomenta que seamos. Que a lo mejor no queremos que se nos compre con 400 euros. Que tal vez estaríamos dispuestos a ceder esos 400 euros si se van a emplear bien, en cosas útiles y beneficosas para todos.

Permítanme la siguiente aberrante afirmación: Yo estoy a favor de los impuestos. Es una de las más importantes razones por las que amdmito la molestia que a mi más bien ácrata condición le ocasiona el Estado, ya que entiendo que es el único mecanismo conocido, bien planteado y gestionado, de redistribución de riqueza y reducción de desigualdades.
Pero sé que a la mayoría los impuestos les parece simplemente un dinero que el Gobierno le quita, y que no quiere que se lo quite.

Pues bien, ciudadano medio. Ahí tiene lo que pide, 400 euros de devolución. Pero entnces no se ofenda usted.

martes, 29 de enero de 2008

Cuando estoy contigo


Cuando estoy contigo...
solo tu conciencia de mí quiero ser,
solo consciente de ti puedo ser...

Tan por ti, tan para ti, tan en ti,
que cuando estoy contigo,
yo eres.
Tú soy.

martes, 22 de enero de 2008

Música y educación



[...]¿No obedece a esa misma razón, mi querido Glaucón el hecho de que sea la música parte principal de la educación, porque el número y la armonía, al insinuarse desde muy temprano en el alma, se apoderan de ella y hacen penetrar en su fondo, en pos de sí, a la gracia y a lo hermoso, cuando se da esa parte de la educación como debe darse, mientras que ocurre todo lo contrario cuando la descuidamos?
¿Y no será, a más de eso, porque un joven educado como es debido en la música discernirá con toda precisión lo que haya de imperfecto y de defectuoso en las obras de la naturaleza y del arte, y recibirá de ello una impresión justa y enojosa; y por lo mismo, alabará arrebatadamente lo que observe de hermoso, le dará cabida en su alma, hará de ello su alimento, y con eso se formará para la virtud; mientras que, por otra parte, sentirá desprecio y aversión naturales hacia aquello que encuentre de vicioso, y eso desde su más tierna edad, antes de ser iluminado por las luces de la razón, apenas llegue la cual se abrazará con ella en virtud de la secreta relación que habrá establecido la música entre la razón y él?
-Esas son, a mi ver, las ventajas que nos proponemos conseguir al educar a los niños por medio de la música. [...]


"La República".Platón


jueves, 10 de enero de 2008

UN VIAJE EN EL TIEMPO



Me desperté de mi reposo habitual después del almuerzo algo aturdido. Sin duda el licor que aquella joven me dio a beber en agradecimiento a mis humildes consejos, no me había sentado bien. De repente, comencé a sentirme muy extraño. Todo me daba vueltas, no sentía mi cuerpo, las piernas apenas me sostenían, y debí de terminar por desvanecerme.

Cuando desperté, no sé merced a qué extraño fenómeno que no alcanzaba a comprender, me encontraba sentado en una butaca de una especie de bodega, de iluminación austera, a base de unos candiles que parecían sujetar las velas del revés, colgando del techo y las paredes. Estaba rodeado de gente que en su mayoría parecía joven, con extrañas vestiduras. Sonaba una estridente clase de música que nunca había oído antes, aunque no alcanzaba a ver dónde se encontraban los músicos. A mi izquierda, al fondo, había lo que parecía ser un lugar destinado a representar tragedias. Y rodeándome, pequeñas mesitas donde todo el mundo estaba degustando bebidas y haciendo arder una especie de preparados herbales cuyos vapores respiraban. Pensé que aquello debía de ser un lugar de reunión de adoradores de Dionisos, y de no ser porque nada en su aspecto así lo certificara, hubiera jurado que me encontraba rodeado de silenos.

Por fin me decidí a preguntar a uno de los muchachos que bebía en la mesita de al lado.

-Discúlpeme, joven. ¿Dónde me hallo?
-Esto es el Cafetal
-Cafetal...mmm, jamás oí hablar.
- Pues aquí lo conoce toquisqui.
-¿Aquí? ¿Aquí dónde?
-Pues aquí, en Medina. Está usted despistao abuelo ¿eh? No se habrá escapao de lo del alzheimer ese de enfrente del Panic...
-Bueno, la verdad es que estoy algo desconcertado. No sé cómo he venido a parar aquí...

Entonces una joven que acompañaba al muchacho intervino:

-Pues va a ser ¿eh? Este ha salido a echar un piti a la puerta de lo de Afamec, se le ha ido la olla y no sabe ni dónde se anda. Pero ¿no ves qué pinta tiene, con la medio túnica esa?
-¡Que no tía, que era coña! –dijo el joven- Vamos a ver, usted viene de fuera o algo ¿no?
-Yo soy de Atenas. Mi nombres es Sócrates, hijo de Sofronisco
-¿Qué? ¿De Atenas? Si, “joroña que joroña” no te jode...

Así exclamó el muchacho, como balbuceando algo en griego...Me pareció entenderle “kronia kai kronia”. Y entonces pensé...¡Eureka! Eso es. El muchacho había dicho ¡Cuánto tiempo! Y pensé que mi nombre, Atenas, probablemente mi aspecto, le parecían de otro tiempo, quizás lejano para él...Y concluí que el licor de aquella joven había operado un extraño proceso sobre mi imaginación, o saben los dioses si sobre mi cuerpo incluso, tansportándome al futuro, a un sitio llamado Cafetal, en una polis de nombre Medina.

De primeras me turbó el fenómeno, y me asusté. Pero luego comprendí que era una ocasión magnífica para conocer hacia dónde había caminado el mundo, cómo era ahora la sociedad y los seres humanos. Así es que decidí hacer lo mismo que hacía en Atenas. Conversar con la gente, y así obtener información sobre qué iba a ser de la civilización en los tiempos posteriores al mío. ¡Ah jugo divino, qué oportunidad tan única tus mágicas propiedades me brindan!

-Así que ¿esto es el Cafetal?- Pregunté de nuevo al joven
-Eso.
-¿Puedo saber sus nombres?
-Yo soy Dani, aunque todos me llaman “Chapas” porque trabajo en un taller mecánico, y ellas es Sheila.
-Muy bien. Celebro conocerlos. ¿Y qué es lo que vienen a hacer aquí?
-Pues nada, a tomar unas cañas con los colegas y eso, echar unos petas...vamos a relajarse después del curro y tal.
-Entiendo. ¿Y de qué hablan con sus colegas? ¿De los asuntos de la polis? ¿De filosofía? ¿De comercios y negocios?
-Yo qué sé, de todo...
-De filosofía dice, je- apuntó Sheila-Eso lo dejamos en el insti...
-¿El insti?-Pregunté
-Sí, el instituto, la escuela.
-¿Así que hay escuelas de filosofía?-pregunté a Sheila
-Bueno, de filosofía y de todo. Ya sabe, matemáticas, lengua, historia...Un rollo, pero nos obligan a ir...

Me interesó el hecho de que existían instituciones en las que se formaba a los jóvenes en diversas disciplinas. Al parecer el saber se había parcelado, y las Matemáticas, que iniciara Pitágoras, la Oratoria e incluso la Historia se habían independizado de lo que en Atenas en mi tiempo se englobaba en Filosofía. Pregunté a la joven Sheila por algo que me interesaba mucho saber.

-Y dígame, Sheila, ¿quién enseña en los institutos?
-Pues los profesores. Que viven de puta madre por cierto. Funcionarios del Estado, ya sabe, buenas vacaciones, sin preocupaciones...

Mmmm, interesante. Me agradó comprobar que la enseñanza al parecer no la ejercían los sofistas de manera privada, sino que era la Polis, el Estado el que se encargaba de formar a los jóvenes.

-Por cierto que me suena que en “Filo” nos hablaban de un tío griego que se llamaba como usted, Sócrates.-dijo entonces Sheila.

¡Por Zeus! ¡Al parecer mi pensamiento había sobrevivido al paso del tiempo y se hablaba de mí a los jóvenes del futuro. Reconozco que un leve ataque de vanidad me agitó el alma al oirlo. No pude evitar preguntar:

-Ah, ¿y qué saben de Sócrates?
-Puff- dijo Sheila- hace ya tiempo que dí eso...No sé, creo que decía algo de las ideas, de la caverna o no sé qué...
-¡Que no!-interrumpió Dani- Ese era Platón, o...no era Aristóteles.

¡Platón! Mi amado discípulo también había atravesado la barrera del tiempo... Creí que de alguna manera quedaba probado que lo que creíamos en Atenas era cierto, y que las almas sobreviven a la muerte del cuerpo. Por un momento, sentí un fuerte impulso de interrogarlos en profundidad, por conocer cosas sobre mi futuro. Sin embargo desistí, puesto que por un lado, no era saber sobre mí lo más interesante en aquel trance, lo cual además sería un intolerable ejercicio de vanidad, y por otro, porque al parecer los muchachos no habían prestado demasiada atención al maestro cuando les hablara de la filosofía en Atenas.

-Bien, jóvenes. Queda claro que sobre filosofía no. ¿Entonces sobre qué versan sus conversaciones?
-Pues mire, ahora mismo hablábamos de lo que nos molaría pillarnos una casa y poder estar a nuestro rollo, independizarnos...Pero no tenemos pelas.
-Ah. ¿Acaso son ustedes esclavos al servicio de alguien? Usted Dani dijo que trabajaba en...¿un taller de mecánica?
-¡Pero llámenos de tú abuelo! Sí, trabajo en un taller reparando automóviles, y un poco esclavitud lo del curro sí que es, je. Pero el salario es bajo y las casas valen mucho dinero. Y Sheila está estudiando todavía.
-Entiendo. ¿Y solo sois vosotros los que tenéis ese problema?
-No-dijo Sheila-los jóvenes en general estamos chungos.
-Vaya. ¿No es una situación muy justa que los jóvenes que producen para su sociedad no puedan
adquirir bienes tan necesarios como un lugar en que cobijarse?
-Pues no. Pero así está la cosa...
-¿Y vuestros gobernantes?¿Piensan que es injusto también?
-Puf, ¡esos! Esos van a lo suyo, y dicen que van a hacer, y prometen cosas en discursos estupendos por la tele, pero luego nada de nada. Lo que quieren es que les votes y luego a chupar.

De la respuesta de Sheila inferí dos cosas: Primero que al parecer, en aquella parte del mundo al menos, el sistema político consistía en la Democracia, puesto que los ciudadanos votaban a sus dirigentes. Y por otro lado, que parecía que estos eran hábiles en el uso de la Retórica, contra la que tantas veces me revelé ante los sofistas.

-Veamos. Al parecer sois un amplio sector de la ciudadanía, los jóvenes, los que tienen dificultades para procurarse vivienda. ¿No os habéis reunido para discutir el asunto y resolverlo?
-¿Reunirnos? ¿Con quién? ¿Dónde?-dijo Dani-
-Además, los que tienen que resolverlo son los políticos-Añadió Sheila
-Pero vosotros sois políticos también. Si no estoy equivocado, vivís bajo un sistema democrático en el que es el pueblo el que se gobierna a sí mismo, participando en los temas de la vida pública e interviniendo en las decisiones. Por tanto, vosotros, apoyados además unos en otros, podéis organizaros y actuar de alguna forma para resolver la situación.
-Mire, Sócrates, no sé en su pueblo, pero aquí nada de actuaciones ni autogobierno ni nada. Los políticos mandan y no hacen nada más que chupar del bote y ya está. Y nosotros pues a buscarnos la vida.

Me decepcionó ver el deformado concepto de la Democracia que al parecer reinaba en la juventud, o al menos el de Sheila y Dani. El distanciamiento y separación entre dirigentes y dirigidos era evidente, y no existía conciencia alguna de ser parte del Estado. Parecía además que existía cierta atomización en la sociedad, no parecía haber capacidad de identificación con un colectivo ni de subsiguiente actuación colectiva.



-A ver si un día tengo dinero y monto mi taller propio y ya verás...una supercadena de talleres voy a montar. Y entonces me voy a comprar una pedazo de choza, en las afueras, con mi garaje para guardar mi Audi A3...- Dijo Dani con excitación.
-Entonces, para resolver el asunto, ¿lo que propones es hacer como aquel para quien trabajas?
-Pues sí. Es lo que hay que hacer, hacerse empresario.
-Y ¿qué ocurrirá entonces con el resto de jóvenes?¿mejorará su situación también?
-Ah, ese no es mi problema. Cada uno que se resuelva sus movidas.
-Y dime Dani, ¿tú crees que aquel para quien trabajas te paga un salario justo?
-Yo creo que no. A mí apenas me da.
-Pero seguramente si tú un día efectivamente cambias de situación y tienes tu taller, pagarías un salario justo a los jóvenes que tuvieras la necesidad de emplear ¿no?
-¡Anda el viejo! Pues mire, seguramente pagaría lo mismo, o menos, que para eso soy empresario.
-Sin embargo, Dani, acabas de decir que tu salario es injusto. ¿Te conducirías de manera injusta por la vida?
-Pues mire, yo lo que quiero es salir adelante, paso de comerme la cabeza con justicias o injusticias. El mundo sería muy bonito si fuera justo, pero el caso es que no lo es. Y currando y siendo justos no se pagan las hipotecas. Y prefiero ser como Jesús Gil aunque sea un cabrón que la Madre Teresa de Calcuta.

Aunque no conocía quiénes eran las personas que Dani citó en esta esclarecedora intervención, entendí bien lo que quiso decir. En otra parte del mundo, y quién sabe cuántos siglos o milenios después de la Atenas de la que partí, me encontré con un viejo problema, que al parecer no había sido resuelto por los filósofos, si es que aún existían. Más aún, diría que lo que a buen seguro aún abundaba eran sofistas que habían hecho calar en los jóvenes de la sociedad futura su característico relativismo sobre los conceptos de justicia, bien...etc, y su criterio utilitarista respecto de las destrezas y saberes en que ha de ejercitarse un hombre.

-Bien Dani. Entonces, si no te he entendido mal, tú sostienes que el hombre viviendo en sociedad, debe únicamente preocuparse de la satisfacción de sus necesidades y de procurarse un próspero porvenir, sin someter sus actos y conductas a un examen que concluya si aquellos son justos o acordes al bien. ¿Es cierto?
-Pues más o menos. O pisas o te pisan.
-Entonces, ¿consideras que es mejor cometer una injusticia que sufrirla?
-Sí-Dijo Dani- ¡Pues claro!-Exclamó Sheila con más vehemencia-El que busca su provecho a pesar de cometer una injusticia, al final es más feliz y que le quiten lo bailao. Y el que la sufre, pues es un pringao.
-¿Considerais pues que es más útil y provechoso para un hombre conducirse de manera injusta que actuando conforme a la justicia?
-Pues sí- Asintió Dani.
-Pues bien, mis jóvenes amigos. Yo no tengo claro esos puntos, y me gustaría con vuestra ayuda examinar más a fondo la cuestión y tratar de averiguar si podemos dar tal afirmación por válida o si en cambio, al final de nuestras pesquisas tenemos que concluir lo contrario.

Contéstame entonces, Dani. ¿Consideras mejor persona a Teresa de Calcuta o a...Jesús Gil, a los que antes mencionaste?
-Hombre, mejor persona, Teresa de Calcuta.
-Y eso, ¿por qué?
-Porque ayudaba a la gente pobre, era del rollo de la paz y la solidaridad y todo eso...
-¿Y en qué se diferencia de Jesús Gil?
-Pues que este era un pájaro, que iba a lo suyo y a veces hacía chanchullos, evadía impuestos, se aprovechaba del dinero del ayuntamiento...
-¿Y quién crees que vivía mejor? ¿A la de cuál de los dos quisieras que se pareciera tu vida?
-Pues hombre, me gustaría pegarme la vida del Gil, o al menos tener su dinero. Y para ayudar a la gente ya están las oenegés.
-Pero sin embargo admites que Teresa de Calcuta era mejor persona. Por tanto de alguna manera entiendes que la justicia y la bondad son virtudes humanas, y por tanto sus contrarios, la injusticia y la maldad, vicios.¿No es así?
-Sí. Pero a veces de bueno se da en tonto, y a los listos les va mejor, aunque sean un poco jetas.
-Vayamos despacio, Dani. No te pido que juzgues eso. Solo que contestes según tu parecer a lo que yo te pregunto. Y tal como has ido contestado hasta ahora, tienes a la justicia por virtud, y la injusticia por vicio.
-Venga, sí.
¿Admitrías que alguien que es de tal o cual manera se asemeja a los que son lo mismo que él, y sin embargo no se asemeja a los que son lo contrario? Y si es así, según lo que tú piensas, el hombre injusto es inteligente y hábil, puesto que a estos se asemeja, y por el contrario el justo no lo es porque no se les parece. ¿No es así?
-Sí.
-Bien. Examinemos ahora lo siguiente. ¿Crees que el hombre injusto trata de imponerse a los demás?
-Sí
-Y dime Dani, en virtud de su afán de imponerse al resto, ¿No trataría el injusto de aventajar en injusticia tanto al justo como al injusto?- Seguramente.
-¿Crees que el hombre justo trataría de imponerse a los demás?
-No.
-¿Dirías entonces que un hombre justo trataría de superar en justicia a otro hombre justo?- Mmmm, no tendría por qué.
-Pero dirías que el hombre justo trataría de superar en justicia al injusto?-Eso sí, claro. Si es justo lo querrá ser más que el injusto
- -Entonces podemos convenir en que el justo no quiere aventajar a su semejante, si no a su contrario, mientras que el injusto tratará de aventajar tanto a su semejante como a su contrario.
-Parece que sí
-Y bien Dani, tú piensas según te has expresado antes, que el injusto es el inteligente y el hábil, y el justo no lo es.
- Más o menos es así. El injusto al final es el listo y el justo un pringao.
-Pensemos ahora lo siguiente. ¿Podrías decir de alguien que es médico y de otro que no lo es?
-Claro
-¿Dirías que el médico es inteligente y hábil al ejercer su arte y el que no lo es no?
-Sí, el inteligente será el médico.
-¿No diríamos otro tanto del músico, o del carpintero y en general de cualquier persona sabia versada en cualquier ciencia?
-Si.
-¿Querría el sabio médico, o músico o carpintero o cualquier profesional aventajar a otro hombre versado en la misma ciencia? ¿O simplemente pretendería actuar igual que él en las mismas situaciones?
-Supongo que lo segundo.
-Entonces, el versado en determinada ciencia, solo quiere ejercer su arte bien. Y el médico en cuanto médico solo tiene que actuar igual que otro médico haría ante las mismas situaciones, sin tener que aventajarse
-Supongo que sí
-Pero ¿querrían estos superar en destreza a los que no están versados en las mismas artes que ellos?
-A esos sí.
-Luego el hombre inteligente y hábil no quiere superar a sus semejantes, si no a sus contrarios. ¿Digo verdad?
-Según lo que hemos dicho sí.
-¿Y no querría aquel que nada de esas artes sabe, superar tanto al ignorante como él como a los hombres sabios?
-Claro que sí.
-Podemos entonces Dani decir, según lo que tú mismo vienes admitiendo, que el hombre inteligente y hábil no quiere superar a sus semejantes si no a su contrario, y que por el contrario el torpe e ignorante quiere superar tanto a sus semejantes como a sus contrarios.
-Eso parece.
-Entonces, estimado Dani, tendremos que decir que el hombre injusto es lo mismo que el hombre torpe e ignorante porque ambos se asemejan, ya que alguien que es tal o cual cosa se asemeja a los que son lo mismo que él, y tanto uno como otro quieren aventajar a su semejante y a su contrario. Sin embargo el hombre justo es como el sabio y el hábil, puesto que solo quiere aventajar a su contrario. Ves entonces Dani como entre los dos hemos visto que si razonamos adecuadamente, tenemos que negar que el listo sea el hombre que comete injusticia, puesto que en realidad se asemeja al hombre no versado e igonarante , y que son los hombres justos los inteligentes y sabios, en contra de lo que inicialmente pensabas.

-¡Joer con el abuelo! A ver si va a ser el Sócrates de Atenas de verdad-dijo Dani
-¡Bah! Te ha liao y te ha llevao por dónde él quería con sus preguntitas.-intervino con escepticismo Sheila.
-Pero todo lo que hemos acordado lo ha dicho y admitido Dani él mismo.-Repuse a Sheila
-Ya pero es que se deja enredar fácilmente, que se lo digo yo muchas veces.
-Yo sin embargo lo que creo es que Dani en realidad nunca se había parado a investigar de manera rigurosa y seria su opinión al respecto de si es hábil y listo el injusto o no. Pero me gustaría seguir examinando el tema. Quisiera que llegáramos a alguna conclusión sobre si es el hombre bueno y justo el que es dichoso y tiene una vida feliz, o si por el contrario es el hombre malvado e injusto quien posee una vida más deseable. ¿Te apetece ayudarme en esta tarea, Sheila?
-Venga, a mí no me vas a liar.
-No es ese mi propósito, Sheila, si no descubrir lo que tú sabes o no sabes de esta cuestión, y así aprendamos los dos. Primeramente dime si estás de acuerdo con Dani en que la persona justa y buena es Teresa de Calcuta, mientras que Jesús Gil es el injusto y malvado
-Pues hombre, eso sí.
-¿Estás de acuerdo también en que en realidad la justicia es una virtud del corazón humano y la injusticia, su contraria, un vicio?.
-Si, otra cosa es lo que sea más útil.
-Ese aspecto ya lo hemos dilucidado Dani y yo. Dime, Sheila, ¿Hay cosas en la naturaleza que tienen una función que les es propia, para la que solo ellas son perfectamente adecuadas? Me explico. ¿Qué es más adecuado para beber vino, un vaso o un plato por hondo que sea?
-Hombre, un vaso.
-¿Pero se podría beber vino en un plato hondo?
-Si, pero mejor en un vaso, porque está pensado para eso
-Exactamente, Sheila. Luego esa es la función del vaso. Y como el vaso otras cosas en la naturaleza tienen una función propia en tanto que ejercen la misma mejor que ninguna otra cosa. Podemos decir además que lo que tiene una función propia la tiene como consecuencia de alguna virtud que le es igualmente propia, y no podría ejercer su función si careciera de dicha virtud y en cambio poseyera el vicio contrario.
-No sé si te he entendido-replicó Sheila.
-Veamos. ¿Podrías ver sin ojos?
-No.
-Luego ver es la función propia de los ojos. ¿Podrían los ojos ver sin la virtud que les es propia?
-No.
-Luego los ojos no podrían cumplir la función que le es propia si estuvieran dotados del vicio contrario a su virtud característica, que en este caso sería la ceguera.
-Claro que no.
-Y bien. Examina ahora esto que te planteo, Sheila. ¿Crees que los seres humanos tenemos un alma encargada de pensar, decidir, crear...etc?
-Si, alma o lo que sea.
-¿Hay alguna otra cosa en la naturaleza que haga mejor estas cosas que el alma?
-No.
-¿Diremos pues que estas son las funciones propias del alma?
-Si
-¿No es también el vivir mismo la función propia del alma?
-Si, algo así.
-Y según lo que hemos venido diciendo, ¿podría el alma ejercer su función sin la virtud que le es propia, como hemos dicho de los ojos para ver o del vaso para beber?
-Así es.
-Y así mismo, no dijiste antes, Sheila que la justicia y el bien es una virtud del corazón del ser humano, es decir, de su alma, y que por el contrario la injusticia es un vicio?
-Sí lo he dicho.
-Pues si tal y como dices es, tenemos que decir que solo vivirá realmente bien aquel que posee un alma justa y buena, puesto que si vivir es función propia del alma, y las cosas no pueden ejercer bien su función sin las virtudes que le son propias, la vida del injusto no puede ser una buena vida, puesto que la injusticia es un vicio del alma, y no su virtud. No podrían los ojos cumplir su función si carecieran de la virtud que les hace ver, y resultarían incompletos e inútiles. Pues de la misma manera, la vida si se vive de manera malvada e injusta con el resto de hombres y la sociedad, será una vida incompleta e inútil como los ojos que no ven.

Sheila se quedó pensativa unos segundos, y tras mirar a Dani, súbitamiente se echaron a reir los dos.

-Joder, Socra, me tienes que decir cómo lo haces. Si supiera yo hacer eso que haces tú...Estoy pensando que a lo mejor así podía haber empezao a hacer preguntitas de esas a mi padre cuando me pilló los porros y al final le hubiera dicho: “papa, según lo que hemos ido averiguando podemos...¿convenir era la palabra? que el hachís es saludable” ¡Y me tendría que decir que sí!
-Ja,ja...-Rió Dani-De todas formas abuelo, usted debe ser muy justo, porque parece muy inteligente y muy sabio.
-No, querido Dani. Yo lo único que sé a ciencia cierta, es que no sé nada. Lo único que intento es preguntarme por las cosas, sin dar nada por sentado mientras así no lo juzgue el intelecto que es nuestro gran patrimonio. Todo lo que en esta mesa hemos concluido lo hemos hecho entre los tres, yo solo he ido guiando a vuestra razón para que descubriera si realmente sabíais lo que creíais que sabíais.
-Ya, puede que tenga razón. Pero de todas formas, Socra, a lo mejor ir de bueno y de justo por la vida está muy bien. Pero créame, el mundo es muy perro, y a veces se hace muy difícil ser buena gente porque los hay que se aprovechan de esa gente. Y la verdad, uno a veces no ve que ir de bueno compense. Si esto fuera todo buen rollo y todo el mundo fuera bueno pues vale, pero cada uno salva su culo y si para ello de vez en cuando se tiene que saltar las reglas, pues se las salta...
-Muy bien, Sheila. Pero yo te digo lo siguiente. Hoy a lo mejor has descubierto algo que nunca te habías parado a pensar, y es que, aunque parezca extraño, vivir conforme al bien y a lo que es justo siempre significa estar viviendo una buena vida, aunque parezca que en algunos casos te perjudica. Y os digo además lo siguiente: Todo ser humano que conociera de manera precisa y cierta qué es el bien, qué es la justicia, qué es la belleza...etc, no podría actuar de manera malvada, injusta ni vivir sino una vida bella. Porque en última instancia, de ello estoy convencido, la virtud es sabiduría, y el vicio no es tal, sino mera ignorancia. Por ello, Dani y Sheila, es muy importante que los seres humanos pensemos y razonemos sobre todas estas cuestiones, y lleguemos a unívocas definiciones de todos estos cruciales conceptos sirviéndonos de la razón que nos es propia, y es necesario además enseñar a quien lo ignore, lo que verdaderamente cada una de estas cosas significa. Esa es, mis jóvenes amigos, la misión del filósofo.
-Mmmm, no sé yo si es así eso de que quien actúa mal es porque no sabe que actúa mal...Bien sabía el Gil lo que hacía cuando desviaba fondos públicos, y que estaba mal, y aún así lo hacía....
-Te aseguro Sheila, que si Jesús Gil examinara a fondo el tema, y descubriera qué es verdaderamente el bien y si es útil o no actuar de manera ética, no podría actuar de otra forma sino justa y éticamente.
-Pero de todas formas. Si lo que dices es verdad, y el vicio es ignorancia, ¿no podría actuar mal a sabiendas, pero decir que es que es tonto e ignorante y ya está y quedaría excusado?
-Hábil pregunta, Sheila. Prueba a contestarte tú misma, y formularte otra pregunta ante la respuesta que te des y así sucesivamente, y quizás acabes descubriendo tú misma si eso podría ser, o si como yo sospecho, no estás cayendo en una trampa
-Vale. Pero otro día, que hoy ya estoy un poco cansada de preguntas y respuestas. Ahora vamos a fumarnos el chuflo este que nos va a sentar muy bien...

Y entonces, Dani provocó la combustión de uno de esos preparados herbales de que todo el mundo en el cafetal al parecer gustaba consumir, aspirando el humo producido con expresión de placer. Un joven subió a la tarima destinada a la representación de tragedias, y se sentó frente a un mueble de madera, retirando una pequeña tapa bajo la que apareció una combinación de piezas blancas y negras. El muchacho, colocó un vaso que contenía un brebaje de un fuerte color verde sobre el mueble, posó sus manos sobre tales piezas, y el mueble comenzó a emitir una agradable música ante mi sorpresa. Al parecer era un avanzado instrumento musical.

-Eh! Sócrates, ¿quieres un poco?

Y el joven Dani alargó su mano ofreciéndome las hierbas en ignición. Sentía curiosidad por degustar aquel preparado tan típico al parecer en aquel tiempo. Y entonces caí en la cuenta de que no sabía en qué época estaba exactamente. Así es que pregunté a mis jóvenes amigos.

-Decidme. ¿En qué año estamos?
-Sigue perdido el hombre, y eso que todavía no ha fumao...Pues en el 2007.-Contestó Dani.
-Pero, ¿de qué olimpíada?-Pregunté, mientras me decidí a aspirar el humo de las hierbas en combustión.
-¿Eh?
-Sí, cual es la actual olimpíada-Pregunté, mientras seguía aspirando aquellos aromáticos vapores. Aunque luego caí en la cuenta de que quizás las olimpíadas no se celebraban ya.
-Errr....Puf, no sé por cual se llegan. La próxima será en China, pero no sé qué número hace...

¡Vaya! Pues aún se celebraban los juegos, aunque deduje que no en Grecia, o que ésta ahora se llamaba China. Entonces se me ocurrió indagar de otra forma, aprovechando el hecho de que la filosofía de Atenas se transmitía a los jóvenes aún.

-¿Recordais en qué año vivió Platón?-Pregunté
-Uf, no sé.-Dudó Sheila-Creo que era como por el siglo V antes de Cristo.

No conocía la referencia de Cristo en la medición del tiempo, así que volví a preguntar.

-¿Cuánto hace de eso entonces?
-Pues, 2000 de después, más los cuatrocientos de antes...Unos 2500 años. Vamos, que han pasao unas cuantas olimpíadas ya, je.-Contestó Sheila.
-Pues mira, 2500 entre 4...Espera que saco el móvil....Pues 625.-Añadió Dani utilizando un extraño artilugio luminoso.

¡Por todos los Dioses del Olimpo!. Había viajado 625 olimpíadas al futuro. Sin duda muchas cosas debían de haber acontecido entre el tiempo que dejé atrás y en el que ahora me hallaba fruto del extraño encantamiento del licor. Sin duda son muchas las cosas que debían de haber acontecido en todo ese tiempo, cambios geográficos, políticos, multitud de avances deberían de haberse producido en todas las artes y las ciencias, de los que por ejemplo el mueble musical y el artilugio luminoso de Dani eran muestras. Sin embargo, diríase que en lo que al pensamiento y a las cosas del alma ataña, muchas incertidumbres e interrogantes estaban aún por despejar. Lamentablemente, por la experiencia que tuve en el Cafetal, en el año 2008, 625 olimpíadas después, entre la juventud parecía reinar un cierto relativismo sofista, escepticismo ético, individualismo y ausencia de espíritu de participación en la vida pública, así como admiración por dudosos modelos de hombres triunfadores. No parecía que se hubiera logrado a lo largo de tantos años definiciones precisas aún sobre las grandes ideas, y si se había hecho, no parecía haberse transmitido adecuadamente a la juventud. O bueno, quizás hasta ese momento solo había tenido ocasión de conversar con Dani y Sheila. Pudiera ser que tal vez no fueran representativos de la juventud del momento histórico y geográfico. Así es que pensé en iniciar diálogo con otros hombres y mujeres del lugar.
El joven que interpretaba música en el extraño instrumento acababa de terminar su ejecución, y descendía desde el estrado apurando su bebida verde. Pensé que sería interesante conversar con un músico de la época.
Sin embargo, cunado me disponía a cercarme a él, súbitamente empecé a sentirme extraño. El rostro se me acaloraba, los músculos faciales parecían contraérseme contra mi voluntad. Sentía como que los párpados se me hinchaban, y parecíanme pesados. Extrañamente sin embargo, sentía como ganas de reirme, y como una sensación de...bienestar. Empecé a sentir sueño, los párapados pesaban cada vez más, y cada vez más...

Abrí los ojos. Creo que al final había terminado por dormirme. Miré a mi alrededor, algo somnoliento y aturdido aún. Una débil voz me hablaba: “Maestro, maestro...”
Por fin me ubiqué. No había duda, estaba en el ágora, en Atenas, y mi amado discípulo Platón trataba de reanimarme.

-¿Te encuentras bien, maestro?
-Sí, mi estimado discípulo. Bien me hallo, no temas. –Tranquilicé a Platón.

El vapor de las hierbas que Dani me ofreció debía de haber actuado como antídoto del encantamiento del licor de la misteriosa joven, devolviéndome a mi Atenas natal, a mi tiempo. O tal vez, solo Zeus lo sabe, había sido todo un delirante sueño fruto acaso de un copioso almuerzo.

-Estabas tan profundamente dormido, que temí que algo peor quizá te ocurriera. Sobretodo ahora que empieza a rumorearse que los jueces quieren procesarte.
-¿Cómo dices?-Pregunté a mi discípulo sorprendido.
-Sí, maestro. Los magistrados consideran que inculcas perjudiciales valores a los jóvenes atenienses que les corrompe, que no acatas los cultos religiosos debidos y algunas otras injustas causas.-Contestó Platón con pesar.

¡Sorprendentes nuevas eran aquellas! Durante aquel extraño viaje del que acababa de regresar algún que otro cambio parecía haber habido en mi Atenas, por Zeus. Mis enemigos habían conjurado contra mí y pretendían castigar mi dedicación a la misión filosófica que creí mi obligación, y juzgaban ésta como corrompedora. Díficil trance era aquel, puesto que si finalmente resultaba procesado, probablemente fuera condenado a tomar la mortal cicuta que me enviara al reino de Hades. ¡Ah! ¡Qué angustia! Si hubiera preguntado a Dani y a Sheila por cual fue el fin del Sócrates de quien sus educadores les hablaron...¡Mas qué horrible atrevimiento hubiera sido ese, tratar de anticiparse al destino!

-Maestro, has de estar prevenido y preparar tu defensa. Tremenda injusticia se cometería si resultaras condenado.
-Así sería si es que así lo entiendes tú, mi estimado discípulo. Mas has de saber que por injusto que fuera tal desenlace, de buen grado acataría la sentencia, pues es deber del ciudadano de la polis tratar de cambiar las leyes si injustas se tornan, pero no lo es menos entretanto acatarlas. Y aún más te digo, Platón. Creo que hasta ahora he cumplido mi deber de llevar a cabo mi misión filosófica, y tal vez no pueda completarla. Pero escucha Platón lo que te digo. Has de continuar, tú y el resto de hombres de filosofía, con dicha misión, pues te aseguro que aún queda mucho por aprender de nosotros mismo y de la vida, que la tarea de hallar la verdad mucho tiempo aún puede llevar, y puede que ni tú ni las generaciones muy posteriores a ti la completen, mas no hay que abandonar.
Veo un futuro en que los hombres avanzan en matemáticas, en música, crean útiles máquinas y herramientas, pero en el que la ignorancia de las cosas del alma, aún esclaviza y entorpece a los hombres en su búsqueda de una vida feliz y plena. Persigue la verdad, pregúntate una y mil veces por cada pequeña cosa, esto te aconsejo, pues grandes pensamientos tu alma a buen seguro forjará. Has de confiar en mí si te digo que ni lo que yo he tratado de hacer, ni lo que tú consigas, será ignorado por los hombres del futuro a quien lo que tú pienses puede serles de utilidad, y que tanto entonces como ahora, la filosofía puede y debe ser la luz que ilumine a los hombres en las penumbras que en ocasiones dificultan el camino de la vida.


A Cristina, a veces sofista a veces socrática, y bajo cuya autorización publico este humilde relato, pues a ella pertenece.

martes, 1 de enero de 2008

Año nuevo


De Enero,
propósitos e ilusiones nuevas y viejas.
De Febrero,
la retirada de las tinieblas.
De Marzo,
la intuición de la luz nueva.
De Abril,
renovados amores.
De Mayo,
revolución y rosas.
De Junio,
el fuego y el brío
De Julio,
sueños de siesta.
De Agosto,
el mar.
De Septiembre,
reparar suspensos propios y ajenos.
De Octubre,
amarilleos del corazón.
De Noviembre.
noches a solas con uno mismo.
De Diciembre,
Magia, infantil inocencia y lista de deseos.

Y en todos ellos,
inteligencia, agudeza y criterio para saber ver y vivir los instantes de dicha,
sabiduría, temple y fuerza para sobrellevar e incluso sonreir ante el resto

Feliz año 2008, amigos míos.