miércoles, 30 de enero de 2008

Mercado de votos


Estos días abundan mucho por los periódicos chistes y viñetas alusivos al cierto tinte de "mercadeo" que tiene la propuesta de Zapatero de devolver 400 euros a los contribuyentes. Es cierto que la medida es cuando menos sorprendente, y que según se presenta, verdaderamente suena a eso: "Vóteme y le doy 400 euros"

Pero he estado pensando que no sé a qué este "escándalo". Parece que hubiera aparecido un repentino ataque de integridad y decencia, como si a la gente le molestara que los políticos piensen que está en venta por una suficiente cantidad de dinero.

Pues qué quieren que les diga. Así es. El ciudadano medio español( y supongo que de gran parte de otros países también, pero al español es al que conozco más) escoge su opción política según el beneficio personal que estime que le proporcionará.

He escuchado a multitud de gente profetizar la ruina de sus negocios, sus pequeñas empresas, la subida alarmante de impuestos y otra serie de catástrofes para sus economías si el PSOE ganaba las elecciones. He oído igualmente alarmarse a curritos ante las victorias electorales del PP porque poco menos que iban a bajarles los sueldos para dárselo a losricos. Es decir, el razonamiento medio es: "Si no ganan los míos, mis cuentas se van al garete"

Pues bien. Si eso es a todo lo que aspiran y todo lo que esperan del Gobierno, que les sanee las cuentas, ¿entonces qué esperan? Pues eso, que les hagan una oferta económica por su voto.

Yo en cambio, creo que debemos estar atentos y exigir muchas más cosas. Es obvio que nadie va a votar en contra de sus intereses. Si yo fuera homosexual, no votaría a un partido que no está de acuerdo con legalizar el matrimonio homosexual. Si fuera duquesa no votaría a favor de un partido que defendiera la eliminación de títulos nobiliarios y sus privilegios. Pero en todo caso, creo que debería tenerse una idea algo más amplia de lo que significa el Estado, que debería pasar a mi entender por elegir aquella opción política que nos parezca más conveniente para el bienestar general del Estado en conjunto, es decir, de todos. En eso, se basa la sólida democracia que tenemos hoy: En la mutua cesión de intereses particulares que los distintos sectores hicieron en la transición por el bien común. Los comunistas aceptaron al rey, la derecha aceptó la democracia (simplificando mucho)

Yo por mi parte opino que en realidad, el tema de la economía no lo maneja el Gobierno. Esté quien esté, todos los bancos y grandes multinacionales todos los años incrementan sus beneficios. Y es que el poder económico va por libre, a sus anchas. Tanto que temo que en realidad en algunos casos gobierna más que el Gobierno (sirva como ejemplo como una oscura mano que seguramente portaba un maletín, consiguió dar la vuelta, por medio de dos tránsfugas, a las elecciones de Madrid ganadas por el PSOE hace 6 años, otorgando así semanas después su gobierno al PP).

Por eso, yo lo que pido es una nueva generación de políticos valientes que de una vez por todas entiendan que su objetivo no es ganar elecciones, si no hacer cosas, aunque hacerlas les cueste el puesto. Políticos que se enfrenten y sometan al poder económico como todos los demás al único que corresponde ejercer el poder: El Pueblo Soberano. Debemos desembarazarnos de la dictadura del mercado que cada vez nos exige más trabajo, menos sueldo, hipotecas más caras, estudiar lo que le interesa,competir hasta con tu compañero de mesa, menos tiempo libre, peor humor.. vamos una peor vida. Y para eso tenemos que demostrarle al mercado que no somos como él piensa y fomenta que seamos. Que a lo mejor no queremos que se nos compre con 400 euros. Que tal vez estaríamos dispuestos a ceder esos 400 euros si se van a emplear bien, en cosas útiles y beneficosas para todos.

Permítanme la siguiente aberrante afirmación: Yo estoy a favor de los impuestos. Es una de las más importantes razones por las que amdmito la molestia que a mi más bien ácrata condición le ocasiona el Estado, ya que entiendo que es el único mecanismo conocido, bien planteado y gestionado, de redistribución de riqueza y reducción de desigualdades.
Pero sé que a la mayoría los impuestos les parece simplemente un dinero que el Gobierno le quita, y que no quiere que se lo quite.

Pues bien, ciudadano medio. Ahí tiene lo que pide, 400 euros de devolución. Pero entnces no se ofenda usted.

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