jueves, 27 de septiembre de 2007

Can you see the real me?

Esta es la pregunta que Jimmy, el mítico joven "quadrofénico" creado por Pete Townshend ,lider de The Who, hace a su médico, a su madre y al predicador en el brillante primer tema de su mejor disco a mi juicio, Quadrophenia, basada en la cual posteriormente Franc Roddam realizó la película homónima, uno de cuyos fotogramas encabeza esta página.

Jimmy es un chico en un agitado proceso de búsqueda de su identidad, de su lugar en el mundo. Y me ha venido a la cabeza ese personaje a la hora de dar un "leitmotiv" a este experimento, que no sin cierto escepticismo comienzo, y que pretende ser una especie de...diario, o libreta electrónica.
Como tal diario, debería servir para plasmar pensamientos, ideas, contar cosas que me ocurren, grandes o insignificantes (si es que verdaderamente sabemos distinguir entre ambas)... Y entonces se me ocurre que tal vez en él, o a través de él, se puede escudriñar quién soy yo, "who is the real me". Y esa es la razón por la que me pareció un título adecuado, de paso que rindo mi homenaje a un disco que adoro. Y en fin, algún nombre había que darle...

Aunque pensándolo bien, poco tiene de diario algo que muestra lo que en él se escribe a un montón de gente. En los diarios se supone que se escriben cosas que nadie más debe saber ¿no?

En fin, lo enfocaremos pues como un "diario censurado" en el que, quizás haya que leer un poco entre líneas... Pero, si me autocensuro, ¿podrá entonces asomar mi "yo" más auténtico, " the real me"?

Vaya, parece que la cosa comienza con cierta dosis de contradicción...Bueno, pues quizá sea ese un primer rasgo de mi carácter que se pueda inferir de este
experimento: Contradictorio.

Bueno, ya iremos viendo qué forma acaba adoptando este "invento". De momento, puesto que yo, como Jimmy, sospecho que también me encuentro en búsqueda (como supongo que la mayoría nos pasamos la vida), la respuesta más precisa que puedo dar al escurridizo "quién soy" es, "Alberto". Ya iré poniendo apellidos...

Y después de toda esta declaración de intenciones, que me temo que no ha resultado más que un horrible ejercicio de pretenciosidad, la verdad: En realidad lo único que pretendo es dar rienda suelta a las ganas que de vez en cuando tengo de escribir, y nada más.

Pasen y lean!